CHARLA PARA LOS PADRES
Charla para los padres los hijos no vienen con un manual de educación, ni de crecimiento debajo del brazo.
Son curiosos por naturaleza y quieren experimentar a todas las edades y en todos los sitios. Es por eso, que hay que saber dejarlos a su aire, dependiendo de su carácter, no hay que prohibir, pero sí informar.
Charla para los padres tenemos que enseñarles a expresar sus emociones.
Para que el día de mañana no tengan que recurrir al alcohol para escapar de sus problemas cuando nuestros hijos adquieren ciertos valores, ellos mismos harán su propia selección, de con quién, y de cómo se juntan, sabrán en todo momento lo que les conviene si las cosas se tuercen hay que enderezarlas lo antes posible, cuanto más se demoran, más gordo puede ser el problema ante todo, sois padres, no colegas o amigos, pues a la hora de establecer normas hay que ser autoritario, no dictador, por lo tanto, las reglas hay que cumplirlas tienen que ser reglas coherentes con ellos, dependiendo de la edad y sus necesidades.
El alcohol no es ni bueno ni malo.
Lo que hará que tenga unos efectos u otros dependerá de su consumo y utilización también de la edad, sexo, cantidad, costumbre, peso y graduación.
Los adolescentes:
Beber antes de que el cerebro se desarrolle, puede dejar secuelas de por vida. El alcohol cambia la forma de trabajar del cerebro, hace que resulte más difícil la manera de pensar, el organizar tareas, o poder de decisión y potencia por cinco la posibilidad de ser dependiente del alcohol. Esto iniciándose a la edad de entre los 12 o 15 años, una situación para hablar del alcohol u otras drogas son las noticias que se producen cuando estas están por medio, televisión periódicos etc.
Es entonces cuando hay que incidir sobre su utilización.
Lo que producen y sus consecuencias. Cuando el pregunte algo responde con sinceridad nuestros chicos en la adolescencia tomarán decisiones y para que sean las mejores posibles tienen que tener las ideas muy claras. La adolescencia es una etapa dura y de muchas emociones, por ello hay que tener la cabeza despejada. Con alcohol no se piensa con claridad y se suelen hacer cosas de las que luego solemos arrepentirnos.
Hay que hacerles cómplices de hábitos saludables, deporte, cine, lectura etc. No por controlarlos los tengamos en casa frente a un ordenador, consolas, video juegos o cosas que llevan al sedentarismo. Ellos tienen que vivir su adolescencia y aprender de ella, experimentar y probar esto no es un fomento para utilizar las drogas, pero seguro que las probaran que salgan a la calle y aprendan a decir no, dando su opinión del por qué irremediablemente nuestros hijos tarde o temprano probaran el alcohol y tal vez otras drogas, casi seguro que, por curiosidad, es entonces cuando tendrás que intentar conversar con él, que sepa que lo entiendes, que si quiere le puedes ayudar a estar en el lado seguro del alcohol.
Son tan vulnerables. Que quieren ser lo que no son, hombres y sobre todo mayores. Solo les falta esa dosis de confianza, que cuando no la tengan la obtendrán de alguna otra manera, bien con sustancias o bien con alcohol. Lo más fácil y rápido, parece ser que no tengan tiempo, prisa para todo o casi todo en fin, esta introducción, tal vez alguno os sirva de ayuda, pero cuando estas con las hormonas tan alteradas, ni padres, ni tutores, ni terapeutas, ellos mismos son los que se tienen que dar cuenta, con sus experiencias y sus meteduras de pata, pero que sepan que los responsables son ellos.
Fundación Dr. Valero Martínez – ASAREX –

Libro Pequeñas historias de Alcoholismo
Es una novela de relatos verdaderos sobre el alcoholismo, escritos por personas que han experimentado de primera mano los efectos negativos de esta enfermedad. Cada historia es única y personal, y muestra la lucha y el sufrimiento que conlleva el alcoholismo, pero también ofrece un mensaje de esperanza y motivación para aquellos que buscan superarlo. A través de estas historias, se puede ver la fortaleza y el coraje que se necesita para superar el alcoholismo y encontrar la recuperación. Este libro es una fuente de inspiración y apoyo para aquellos que luchan con el alcoholismo, y un recordatorio de que la esperanza y el cambio siempre son posibles.