ESCLAVO DE MI PASADO
Esclavo de mi pasado. Cuando somos niños, todo cuanto hacemos o intentamos realizar lo copiamos de nuestros grandes ídolos o superhéroes que son nuestros padres. Imitamos gestos, tacos o conversaciones, que muchas veces son comprometidas, de ahí el dicho. Que los únicos que dicen las verdades son los niños o los borrachos.
También son imitadores de comportamiento, si en casa hay gritos o malos tratos, él lo asimilara como una cosa normal en su día a día. Pasa lo mismo con el alcohol, si en casa ve que el beber a veces, demasiado, es lo habitual en sus padres, él en la calle lo normalizara e incluso lo tomara como un hábito, poniendo en riesgo todo y a todos cuantos le rodean.
Esclavo de mi pasado. Parecen cosas sin sentido.
Y sin embargo son la pura realidad, la mayor parte de los estudios que se han realizado, así lo demuestran, hay muchos más detonantes, pero estos son los más significativos, están las compañías, el medio en el que te desenvuelves o la facilidad que tiene una persona para poder beber.
Esclavo de mi pasado. Yo como persona alcohólica, pienso, ahora que tengo raciocinio, y me identifico con estos personajes, familia de consumidores de alcohol. Facilidad de conseguirlo, el medio y el uso que hacía para ser lo que no era, más que nadie, hombre antes que joven, marido antes que novio. En fin, unos despropósitos en desacuerdo con la manera de crecer y experimentar poco a poco esas emociones de adolescente, quise correr para llegar el primero, tanto fue así que conseguí no saber si iba o venía.
Alcance una vida, con perdón, de mierda, sumido en un laberinto de angustia y depresión no conocía ni quería conocer. Solo sabía beber, para así apagar esa sed que no tenía pero que me pedía a dios gracias, hoy veo el sol. Escuchó los consejos que me puedan ayudar y vivo día a día. Porque el mañana no sé si vendrá.
Recuerdo vagamente, cuando empecé mi rehabilitación, que todo eran prisas para intentar solucionar este tema sin fin.
Tenía que recuperar todo ese tiempo que había estado muerto.
Por culpa del alcohol, tenía que volver lo antes posible, a por el hombre, adolescente o novio que nunca fui, me producía tanto estrés, que no disfrutaba de mi bienestar y fue cuando me dijeron, sabrás si vas a llegar a mañana, mi contestación fue sincera, no, entonces para qué te preocupas tanto, y deje de correr.
HAY TANTAS COSAS QUE HACER, Y SOMOS TAN TORPES, QUE TENEMOS LA PUERTA ABIERTA Y QUEREMOS PASAR POR LA PARED BEBER ES SOLO UNA COSA, VIVIR SON MUCHAS MÁS.
Pequeñas historias de Alcoholismo
Es una novela de relatos verdaderos sobre el alcoholismo, escritos por personas que han experimentado de primera mano los efectos negativos de esta enfermedad. Cada historia es única y personal, y muestra la lucha y el sufrimiento que conlleva el alcoholismo, pero también ofrece un mensaje de esperanza y motivación para aquellos que buscan superarlo. A través de estas historias, se puede ver la fortaleza y el coraje que se necesita para superar el alcoholismo y encontrar la recuperación. Este libro es una fuente de inspiración y apoyo para aquellos que luchan con el alcoholismo, y un recordatorio de que la esperanza y el cambio siempre son posibles.
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Siempre valientes, en vuestra cruzada personal,perseverantes en vuestro firme ánimo,sabed que no estáis solos, vuestra lucha también es la nuestra, en el mismo camino y nuestro ánimo inamovible