¿Eres tú el de esta historia?. Podrías llegar a ser.
¿Eres tú el de esta historia? Hace un tiempo, conocí a un muchacho, llamado Alberto, un chaval con dotes que, según sus padres, llegaría lejos, hijo de banquero, adiestrado para seguir los pasos de su antecesor y controlado para que la educación fuese lo mejor de lo mejor, dicho y hecho.
El día más feliz. ¿Eres tú el de esta historia?
Para todos los estudiantes era cuando te daban las notas de selectividad y más si están con nota, es la entrada a la universidad, la celebración es inminente, colosal, bestial, alcohol a raudales, porros por doquier. Lo demás para los que puedan, en fin una locura, principalmente para este chaval.
El alcohol le prestó, desparpajo, valentía y como tenía más dinero que algunos, amigos a montón.
Descubrió.
Que de esa manera podía ser quien quisiera, lo que no le habían dejado ser, esto del beber me cambia la vida que me gustaría llevar y hay que repetirlo.
La universidad fue el caldo de cultivo para seguir con su alegría, también conoció cosas nuevas, algún peta, alguna raya y sobre todo mucho alcohol y fiesta.
¿Eres tú el de esta historia? Su carrera.
De no sé qué, entre erasmus, años sabáticos y repeticiones le duró más de diez años, fue por casa y ya empezaba a tener muchos problemas con el alcohol, alguna bronca con la ley, lagunas mentales, abandono de las pocas responsabilidades, de su higiene y por su puesto mentiras y decepciones con la familia.
El padre.
Tomó la decisión, de ingresarlo en una clínica privada, sería por dinero, a los seis meses dijeron que estaba rehabilitado, ni mucho menos.
Sumergido en el mundo esté.
Tan infame, de las drogas, se abandonó a su consumo, sin ellas no era nada, tanto defraudar a sus padres, que la fuente del maná se agotó, ya no le daban nada, el dinero que antes sobraba, escaseaba, los amigos de pago ya no estaban, todo era pedir y mentir para seguir con su adicción.
Alguien le dio una mala salida.
La coca te espabila y te pone a cien así recuperarás tu autoestima, esa fue la puntilla, con las tres no podía.
Se por conocidos, que llegó a vender su cuerpo, a gentes sin decencia, por conseguir una dosis, que dormía en un chamizo, donde los vecinos eran las cuatro cucarachas y dos docenas de ratas, delgado, muy consumido, de tan mal alimentado que estaba, perdió los dientes y a día de hoy seguramente estará bailando con la muerte.
Sus padres, viejos, aún lloran delante de la foto de su graduación, ya han perdido las esperanzas, han perdido a un hijo.
LO MEJOR ES SABER, TENER, INFORMAR PARA PODER DECIDIR.
DA EL PASO RECUPERA TU VIDA Y DE LOS QUE QUIERES DEPENDE DE TI.
Os aconsejamos la lectura de este libro si pertenecéis a una asociación o Fundación de ayuda
Un comentario de pequeñas historias de alcoholismo.
Impactante. Pues escribo ya lo que opino, porque me lo he leído de tirón. Pequeñas historias, algunas de ellas conmovedoras, otras intensas, otras increíbles, pero todas ellas con un nexo común. Una vivencia en primera persona de los sentimientos, circunstancias y con una óptica más explicativa que escusante. Me parece de lectura obligada para la concienciación de que esto es muy habitual y que cuanto más informado se esté, mejor. Sobre todo te deja muy claro hasta donde se puede llegar, prácticamente sin darte cuenta.